El
condenable Nazismo Judío
Hitler acuño un modo de crimen: el Nazismo. Provoco el
Holocausto, asesinó a millones de judíos.
Programa genocida que alcanzó
su punto culminante en la primavera de 1942.
Ese
modo de criminalidad quedó acuñado: Nazismo.
Como
concepto. Independiente de Hitler. Por encima de la temible SS. Por encima de
la criminalidad Nazi.
(Nazismo: cometieron los genocidas argentinos durante el
proceso)
Después; desde después:
El
poder político Israelí comete Nazismo,
en el pueblo Palestino.
Comete
nazismo en medio Oriente, con su criminalidad de invasión.
Y cometen Nazismo en todo el mundo con sus capitales:
provocando la De-Subjetualidad de los individuos en el sistema Capitalista.
¿Cuántos
crímenes ha cometido ya el Holocausto
israelí, y lo sigue cometiendo?
Condeno
el Nazismo.
Propongo:
MANIFIESTO ONTOLOGICO
CONTRA LA INVASIÓN ISRAELI
“Lo que más requiere pensarse en este tiempo
problemático, es que no pensamos todavía”
Y
“El pensamiento abre surcos en el campo del
Ser”.
En el plano de
nuestra cotidianeidad, y para reconocernos:
Al
concepto de “Sujeto” lo constituye “la in-conclusión”, el “haciéndose Sujeto”.
Contiene:
“el Ser” y “el no-Ser” como lo uno y lo mismo.
El
Sujeto es y no es ( Heraclito: “el Ser es y no es” )
El
concepto de Sujeto manifiesta el Devenir.
Sujeto
es: Ser Sujeto- haciéndose Sujeto.
Decir
Sujeto, es proponer en la cotidianeidad una representación de la vida, que es
devenir, puro devenir; que es: “el haciéndose”, que es: el ser-otro siendo el
mismo, que es: voluntad como: “ir a lo que adviene”. Todo esto expreso cuando
digo Sujeto - por eso algunos dicen: que es una palabra pesada; claro: es una
palabra de Filósofo, de quienes han logrado entrar con su pensamiento
individual en el pensamiento colectivo.
Sujeto es “haciéndose Sujeto”, eso es aproximándose al
Ser; es el (Da) ahí siendo iluminado por el (Sein) Ser.
El ahí se constituye cuando el hombre se dispone en
libertad para ser interpelado por lo respecto a esencia. Luego por su
movimiento por el pensamiento va siendo iluminado por el Ser; se va haciendo
Sujeto. Esto es lo profundo del proceso de humanización.
Si no está definido este Sujeto, no hay definición de:
Sujeto del Sentido, Sujeto Social, Sujeto Político.
La
sociedad capitalista, irracional, no nos permite reconocernos como Sujetos, se
sostiene en el no-reconocimiento de los hombres como Sujetos.
Tanta facilidad para la explotación y para la muerte,
desde el capitalismo y desde el dogma – desde el dogma religioso, el más dañino; es el vacío, es la ausencia en la superficie
de la vida, de la pregunta por el Ser.
La pregunta de quien sea el hombre está
íntimamente relacionada con la pregunta por la esencia del ser; si es que no
pretendemos representarnos al hombre como la zoología se representa al animal.
Como el capitalismo se representa al
hombre.
El Dasein es la existencia.
El ser del hombre es la existencia.
En los bordes de ese vacío: son gendarmes
vigilantes de las vidas y de la ausencia, los Estados Unidos e Israel.
Pensar la existencia, tener en cuenta
permanentemente la existencia, sentir la existencia; es tener una voluntad
obstinada por la vida.
Si tenemos una voluntad obstinada por la
vida, la vida misma nos recompensa; esto es: la existencia se intensifica.
Desde el comienzo del pensar occidental el hombre ha sido
interpelado en su esencia por el Ser, por cuanto ahí encuentra su verdadera
estancia.
También es, que, en el curso de nuestra historia
acontecida, el ente se fue haciendo el objeto preferente del pensar, más aun en
la modernidad y en la sobremodernidad en que vivimos, con una repleción de
objetos tecnológicos, puestos desde el capitalismo, el pensar se solidifica en
el computo y el calcular de lo que hace falta, sólo de lo que hace falta
representándole al hombre una aparente libertad en el señorío de la servidumbre
por el consumo; esto dispuesto desde una necesidad creada, y también porque el
hombre eleva lo viviente a patrón y lo determina como principio del progreso.
Puro pensamiento calculador del hombre
emplazado en lo ente, solo en lo ente.
Pensemos en nuestra historia acontecida,
esta es: no una secuencia de sucesos,
sino el acaecimiento de una decisión sobre la esencia de la verdad, a
cuya luz el hombre occidental busca y encuentra, asegura y transforma lo
verdadero.
En tal decisión se funda el modo en que se
hace patente el ente en total.
Razas y pueblos, pueden vivir sin su
historia acontecida, cuando solo importa la simple vida, la simple vida no es
todavía historia acontecida, ni tampoco cuando en ella pasan muchas cosas, es
decir, aunque pasen por uno muchas cosas; aun mucho dolor.
Del inicio de su historia acontecida, lo aleja al hombre
su modo de interpretación del mundo y de su emplazamiento fundamental en medio
del ente.
El modo de interpretación actual del mundo, es el
tecnológico, el cibernético,.....el ontico.
Pueblos con hombres emplazados
fundamentalmente en lo ente, son pueblos
no-filosóficos.
Países
con políticas al mundo determinadas sólo por el capital, el expansionismo, el
dominio, son países con preponderante debilidad espiritual.
Pensemos el “espíritu”, como el estar dispuesto de una manera originaria y consciente a la
determinación de abrirse a la esencia del ser.
Entonces: Israel e Estados Unidos son
países no espirituales, son lo mismo desde el punto de vista metafísico: ambos
tienen el carácter de una furia desenfrenada, una rapacidad desenfrenada por la
conquista económica de cada rincón del planeta, por el petróleo, por el Agua,
por la Tierra.
Son lo mismo metafísicamente.
Expanden, su carácter de pueblos
no-metafísicos, su decadencia espiritual, en cada invasión, desde cada muerte,
desde cada hambre que provocan.
Desde el comienzo del entramado esencial de la historia
acontecida occidental, nos es transmitida una sentencia que dice: “Toma al
cuidado el ente en total”
Pararse a pensar el ente en total es pensar
el ente y pensarlo desde el Ser.
El preguntar por el Ser es una de las
preguntas básicas para un despertar del
espíritu, para oponernos al “tremendo desmoronamiento”, al “oscurecimiento
universal”. El universo siempre es un universo espiritual.
Pensemos
el concepto de Nación; como:
Es
el “modo de ser”, desde una
configuración cultural, que comprende rasgos, conductas, aún comportamientos
frente a determinados estímulos. Es
el modo de hablar y un modo de considerar objetos y relaciones.
Un
conjunto amplio de mujeres y hombres con un mismo “modo de ser”; constituyen una nación; modo: significa
similitud, igualdad de componentes o igualdad de disposición de los
componentes.
Ahora
si en esta definición, como característica principal apuntamos “el nacimiento
en un lugar”, como origen. Nación será un concepto fundado y sostenido solo en
esta característica y no en el “modo de
ser”, que es variable, transformable; que se incluye en la temporalidad
del Sujeto.
Si
lo que define a “nación”, es lo dicho como “modo de ser”; será un
concepto “Temporal”, permanentemente constituible, un movimiento, al que
no se le puede fijar a priori, símbolos,
ni colores, ni canciones. Ya que distintos hombres y mujeres pueden convivir
con distintos hombres y mujeres, todos nacidos en distintos lugares, un tiempo
determinado en el cual se transfiera, rasgos culturales, gestos, conductas,
comportamientos, “costumbres”, aún la lengua y se configuren un nuevo “modo de ser”; conformarían otra
nación.
De lo
contrario: los símbolos, como la bandera, el himno y demás son anteriores al
conjunto de hombres y mujeres. Serán como la etiqueta de “un envase”, donde los
que cumplan con ciertos requisitos administrativos conformaran la nación de ese
color y melodía; aún sin que se produzca el proceso de transferencia. Eso es un
concepto espacial.
Por
lo tanto “nación”, como concepto espacial refiere al Sujeto, el nombre y
distintivos de un lugar.
Y “nación”, como concepto temporal se
refiere a la identidad del Sujeto, constituyéndose con Otros en el proceso de
humanización.
Israel es un país en su territorio, y en comunidades
esparcidas por el mundo encapsuladas en su dogma. El dogma religioso los
encierra, los aísla, los cobija, les fortalece la cápsula, y el dogma del
capital los fortalece en su encapsulamiento para dominar, para invadir, para matar.
Para invadir los pueblos árabes y palestinos con las
armas poderosas de su tecnología bélica; y con su capitalismo vulnerar las
subjetividades; armas propias y apropiadas para los acontecimientos del
“oscurecimiento universal”, como son la destrucción de la tierra y la
explotación del hombre.
Comunidades encapsuladas por el dogma, no
pueden constituir una nación, en el concepto que propongo.
La pregunta por el Ser. Estar prestos a la apelación a lo
esencial, a la diferenciación entre ente y Ser, que es la estancia de esa esencia llamada hombre.
En esa estancia que fuerza y violenta el Ser.
La diferenciación entre ente y Ser, rige
todo nuestro decir y todo nuestro comportamiento respecto del ente, sea este lo
que sea o bien el ente que no somos nosotros mismos como: piedras, plantas,
animales, o el ente que nosotros mismos somos.
Nos preguntemos, de cara a cada invasión y
agresión de muertes del pueblo de Israel a los pueblos palestinos y a los
pueblos árabes; de cada invasión y agresión de muertes de su par Estados
Unidos, a cualquier rincón de la tierra, donde haya petróleo, Agua, Tierra.
A cualquier rincón del planeta donde ambos van con sus dogmas, por la vida
de los hombres y mujeres.
“¿Agota la esencia del hombre la
definición citada, según la cual el hombre es el animal rationale? ¿Será ésta
la última palabra que se pueda decir acerca del ser: que ser significa
fundamento? O bien ¿no sigue siendo la esencia del hombre, no sigue siendo su
pertenencia al ser, no sigue siendo el esenciar del ser todavía, y de manera
cada vez más desconcertante, lo digno de ser pensado? Si así fuera , ¿nos será
licito renunciar a lo digno de ser pensado
y ello en favor del delirio del pensar exclusivamente calculador y de
sus gigantescos logros? ¿O estamos obligados a encontrar caminos en los que el
pensar pueda corresponder a lo digno de ser pensado, en vez de
pensar-embrujados por el pensar calculador- de una manera que pasa por alto lo
digno de ser pensado?
Ésta es la pregunta, la pregunta mundial
del pensar. Lo que llegue a ser de la
tierra, y de la existencia del hombre en esta tierra, se decidirá en la
respuesta a ella.”
El día y la
Mariposa
El día dura como una mariposa, aunque no
muere, porque se mete en la noche, se diluye en la noche, la conforma, por eso
en la noche se puede pensar en los sucesos del día, por eso los sueños
nocturnos se conforman con lo reprimido en el Inconsciente, montado en una
energía diurna, que aprovechando la
debilitación de la resistencia entre el Inconsciente y el Preconsciente, sale.
Pero no sigue
siendo día, es un momento diluido en ella, en la noche, en una multiplicidad de
objetos que la conforman; hasta que la noche dura menos que una mariposa.
Condeno el nazismo
Israelí en los pueblos Palestinos
Mag. Miguel A. Montoya Jamed
Profesor Titular Exclusivo-Efectivo
de la Universidad Nacional de San Juan